jueves, mayo 29, 2008

La frase del día

Todo lo que la mente puede concebir se puede lograr. W. Clement Stone

El violinista

Esta historia es sobre un hombre que reflejaba en su forma de vestir la derrota, y en su forma de actuar ante la mediocridad total. Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque secundaria. Este hombre, sucio, maloliente, tocaba un viejo violín. Frente a él, y sobre el suelo estaba su boina, con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa. El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín.

Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al mendigo musical. Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana.

La esposa le pidió al concertista que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo. Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto resquemor. Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas. Y entonces, vigorosamente y con gran maestría arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo. Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y pronto había multitud escuchando arrobada el extraño concierto. La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones. Mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría. El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos:

- ¡¡ Ese es mi violín!! ¡¡ Ese es mi violín!!.

Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.

Y tú, ¿cómo tocas el violín que te entregó la vida?.

La vida nos da a todos “un violín”. Son nuestros conocimientos, nuestras habilidades y nuestras actitudes. Y tenemos libertad absoluta de tocar “ese violín” como nos plazca. Algunos por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes si hemos de ejecutar un buen concierto. Pretenden una boina llena de dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie. Los mejores lugares son para aquellos que no solamente afinan bien ese violín, sino que aprenden con el tiempo también a tocarlo con maestría. Por eso debemos estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían.

La historia esta llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegó a ser un concertista con ese violín que es la vida. Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos musicales.


lunes, mayo 19, 2008

La rueda de la fortuna

La vida es un ciclo constante de cosas buenas y de cosas malas. Es como la rueda de la fortuna, representada en las cartas del tarot, donde dos monos están atados a la misma. Un mono triste cae hacia abajo, representando la mala suerte o su desdicha. Un mono extraño asciende, representando la buena suerte o la fortuna.

Esa rueda gira constantemente, sin cesar. Unas veces estarás arriba, y otras veces estarás abajo. Pero ésa es la perfección de la rueda, porque lo malo se complementa con lo bueno, equilibrando las fuerzas, el ying y el yang.

Con esta representación simplista de la vida, uno cabe reflexionar sobre lo que hacer en la misma. Normalmente, mientras estamos en lo alto de la rueda, no damos importancia a las cosas buenas que nos están pasando (salud, dinero, amor...). Pero, sin embargo, cuando estamos abajo, concentramos nuestras fuerzas destructivas en ese sentido, maldiciendo nuestra fortuna y dejándonos llevar por el libre albedrío con la esperanza de que las cosas cambiarán, como el tiempo metereológico. Creemos que la buena fortuna es nuestra naturaleza y que nos corresponde por derecho, sin merecerla. Olvidamos dar gracias por las cosas que tenemos, pero no nos faltan improperios cuando la providencia no nos sonríe. Somos seres caprichosos que queremos todo lo mejor "porque sí".

La rueda de la fortuna gira eternamente, pero tiene una manivela, la cual nos permitirá controlar la velocidad del giro. Luego entonces, en nuestras manos está el poder de acelerar nuestra estancia en la parte inferior, y desacelerar nuestra estancia en la parte superior, de apresurar nuestra desdicha y de demorar nuestra fortuna. Sólo hay que ser consciente que la rueda de la fortuna nos da la oportunidad de ejercer nuestra influencia sobre ella, al igual que ella influye sobre nosotros.

Si uno observa detenidamente esta carta del tarot, observará que en la parte superior de la rueda se encuentra una esfinge coronada y alada, con una espada sobre su hombro. Esta esfinge representa al hombre que domina su destino, controlando la rueda de la fortuna. Esa esfinge nos representa a todos y a cada uno de nosotros, revelándonos nuestro poder sobre la rueda, nuestro dominio sobre el destino gracias a nuestros méritos conseguidos a través de nuestra inteligencia, de nuestra habilidad y de nuestro esfuerzo.

Es nuestra actitud ante las situaciones la que nos premiará con una oportunidad o nos castigará con una desgracia.

Recuerda que si la Divina Providencia te da la espalda, tócale las nalgas, o que si tienes un limón, házte una limonada.

La frase del día

Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía. John Ruskin

lunes, mayo 12, 2008

La frase del día

El hombre se convierte en lo que piensa. Morris Goodman

La cierva y el león

Fábula de Samaniego con una moraleja importante.

Más ligera que el viento,
Precipitada huía
Una inocente Cierva,
De un cazador seguida.
En una oscura gruta,
Entre espesas encinas,
Atropelladamente
Entró la fugitiva.
Mas ¡ay! que un León sañudo,
Que allí mismo tenía
Su albergue, y era susto
De la selva vecina,
Cogiendo entre sus garras
A la res fugitiva,
Dio con cruel fiereza
Fin sangriento a su vida.

Si al evitar los riesgos
La razón no nos guía,
Por huir de un tropiezo,
Damos mortal caída.

jueves, mayo 08, 2008

La frase del día

Tu vida será como tú la crees, y nadie va a juzgarte por ello, ni ahora ni nunca. Neale Donald Walsch

miércoles, mayo 07, 2008

La frase del día

La imaginación lo es todo. Es el avance de lo siguiente que traerá la vida. Albert Einstein

El león envejecido

Cruel y certera fábula de Samaniego, que nos recuerda que la vida es una continuo ciclo, donde la fortuna puede aparecer y desaparecer.

Al miserable estado
De una cercana muerte reducido
Estaba ya postrado
Un viejo León, del tiempo consumido,
Tanto más infeliz y lastimoso,
Cuanto había vivido más dichoso.
Los que cuando valiente
Humildes le rendían vasallaje,
Al verlo decadente,
Acuden a tratarle con ultraje;
Que como la experiencia nos enseña,
De árbol caído todos hacen leña.
Cebados a portea,
Lo sitiaban sangrientos y feroces.
El lobo le mordía,
Tirábale el caballo fuertes coces,
Luego le daba el toro una cornada,
Después el jabalí su dentellada.
Sufrió constantemente
Estos insultos, pero reparando
Que hasta el asno insolente
Iba a ultrajarle, falleció clamando:
«Esto es doble morir; no hay sufrimiento,
Porque muero injuriado de un jumento.»

Si en su mudable vida
Al hombre la fortuna ha derribado
Con mísera caída
Desde donde lo había ella encumbrado
¿Qué ventura en el mundo se promete
Si aun de los viles llega a ser juguete?

martes, mayo 06, 2008

Mi frase

Decir sobre lo hecho. Hacer sobre lo que decir. Rafael Hernampérez

La frase del día

La felicidad interior es lo que en realidad alimenta el éxito. Doctor John Hagelin

Las cabras y los chivos

Certera fábula de Samaniego sobre la envidia y el mérito.

Desde antaño en el mundo
Reina el vano deseo
De parecer iguales
A los grandes señores los plebeyos.
Las Cabras alcanzaron
Que Júpiter excelso
Les diese barba larga
Para su autoridad y su respeto.
Indignados los Chivos
De que su privilegio
Se extendiese a las Cabras,
Lampiñas con razón en aquel tiempo,
Sucedió la discordia
Y los amargos celos
A la paz octaviana
Con que fue gobernado el barbón pueblo.
Júpiter dijo entonces,
Acudiendo al remedio:
«¿Qué importa que las Cabras
Disfruten un adorno propio vuestro
Si es mayor ignominia
De su vano deseo,
Siempre que no igualaren
En fuerzas y valor a vuestro cuerpo?»

El mérito aparente
Es digno de desprecio;
La virtud solamente
Es del hombre el ornato verdadero.

lunes, mayo 05, 2008

Mi frase

La soledad es la cárcel del alma. Rafael Hernampérez

La frase del día

Tienes el poder de cambiar cualquier cosa, porque eres quien elije tus pensamientos y quien siente tus sentimientos. Rhonda Byrne. “El Secreto”

El asno y el caballo

Fábula de Samaniego que nos advierte sobre el mal de no ayudar.

Iban, mas no sé adonde ciertamente,
Un Caballo y un Asno juntamente;
Este cargado, pero aquel sin carga.
El grave peso, la carrera larga
Causaron al Borrico tal fatiga,
Que la necesidad misma le obliga
A dar en tierra. «Amigo compañero,
No puedo más, decía; yo me muero.
Repartamos la carga, y será poca;
Si no, se me va el alma por la boca.»
Dice el otro: «Revienta enhorabuena:
¿Por eso he de sufrir la carga ajena?
Gran bestia seré yo si tal hiciere.
Miren y qué borrico se me muere.»
Tan justamente se quejó el Jumento,
Que expiró el infeliz en el momento.
El Caballo conoce su pecado,
Pues tuvo que llevar mal de su grado
Los fardos y aparejos todo junto,
Ítem más el pellejo del difunto.

Juan, alivia en sus penas al vecino;
Y él, cuando tú las tengas, déte ayuda;
Si no lo hacéis así, temed sin duda
Que seréis el Caballo y el Pollino.