Hoy quiero publicar unos versos muy profundos de una gran amiga, una gran persona, una luchadora increíble, que se enfrentó a uno de los más implacables enemigos del hombre: el cáncer. Esa fuerza de lucha, esas ganas de vivir, ese ahínco por plantar cara sin miedo a un mal tan mortífero, me hace sentir muy pequeño e insignificante. Ese valor me inspira día a día a seguir luchando por mi felicidad y la de los demás, al igual que a Rocío Gaviota, de México, a quien venero con devoción. Gracias Rocío, por estos versos tan humanos e inspiradores. Gracias por ese fantástico espacio en donde publicas unos versos tan espirituales y llenos de esperanza y de amor: http://palida-sombra.spaces.live.com
Me sentí indefensa.
Prisionera de mis temores
Como hoy te sientes tú,
cáncer tirano.
Destruiste mis emociones
y todas mis ilusiones,
sembrando en mí
soledad, angustia,
desesperación y miedo de morir.
Sentí que cruzaba un desierto,
donde el silencio acariciaba mi agonía.
Hoy sé, que para enfrentarte,
¡Tengo que luchar en cuerpo y alma!
Y nunca claudicar.
En mis horas más oscuras
alguien me escuchó.
Sentí la gracia de Dios sobre mí.
Y una mano amiga alguien me dió.
La paz volvió a mi alma,
renovando mis fuerzas
gastadas y mis ganas de vivir.
Día a día me levanto
con la fuerza de ¡vencer¡
¡Ya no temo morir!
Me libré de su yugo
El terrible temor.
Si no logro vencer
esta batalla contra ti
alguien más te vendrá a combatir.
Has ganado mil batallas.
¡Más no la guerra!
Y todos unid@s serrando filas
Un Día nos libraremos de ti.
Mientras tanto, amig@
Déjame darte hoy mi mano.
Como un día alguien me la dio a mí.
¡Ven!...¡¡ Lucha!
Hay mucho por vivir...
Mañana… puede ser muy tarde para ti.
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