miércoles, octubre 03, 2007

El asno que cargaba una imagen

Preciosa fábula de Esopo, con una moraleja muy importante.


Una vez le correspondió a un asno cargar una imagen de un dios por las calles de una ciudad para ser llevada a un templo. Y por donde él pasaba, la multitud se postraba ante la imagen.

El asno, pensando que se postraban en respeto hacia él, se erguía orgullosamente, dándose aires y negándose a dar un paso más.

El conductor, viendo su decidida parada, lanzó su látigo sobre sus espaldas y le dijo:

-¡Oh, cabeza hueca, todavía no ha llegado la hora en que los hombres adoren a los asnos!

Moraleja: Nunca tomes como tuyos los méritos ajenos.

1 comentario:

Francisco Méndez S. dijo...

hola: muy buena fábula
Saludos