lunes, septiembre 17, 2007

El ciervo enfermo y sus visitantes

Triste fábula de Esopo, con una moraleja que todos conocemos.


Yacía un ciervo enfermo en una esquina de su terreno de pastos.

Llegaron entonces sus amigos en gran número a preguntar por su salud, y mientras hablaban, cada visitante mordisqueaba parte del pasto del ciervo.

Al final, el pobre ciervo murió, no por su enfermedad sino porque no ya no tenía de donde comer.

Moraleja: Más vale estar solo que mal acompañado.

No hay comentarios: