domingo, diciembre 31, 2006

Última reflexión del 2006

Caros lectores, compañeros de emociones y de secretos, compañeros de este intrigante viaje llamado vida. Hoy acaba el 2006 y celebraremos la nochevieja, como todos los años, junto a nuestros seres queridos.

¿Qué tiene de especial hoy que no lo tuviese ayer o que no lo tendrá mañana?. No lo sé. Los humanos nos empeñamos en hacer especiales ciertas cosas para justificar cosas sin sentido. Por ejemplo: ¿por qué San Valentín?. ¿O el día del padre?. ¿O el día de la madre?. ¿O el día del trabajador?. ¿O el día de todos los santos?. ¿O el día internacional de la mujer trabajadora?. ¿O el día internacional contra el cáncer?. ¿O el del SIDA?. ¿Por qué no hoy?. No hay un día especial para amar, para ser padre, o madre, o trabajador, o mujer trabajadora, o visitar o acordarse de nuestros seres queridos caídos, o luchar contra el cáncer o contra el SIDA. Todos los días son ese día. Hoy mismo es ese día. No hay que esperar un día marcado por las multinacionales para derrochar dinero en cosas presuntamente tradicionales.

Quiero hacer una reflexión sobre todo de este tiempo en el que he ido creando y alimentando mis blogs. Por un lado tengo un blog sobre autoayuda y superación personal, y por otro un blog de tecnología, en el que suelo publicar noticias tecnológicas y algún que otro artículo interesante. Ambos blogs son muy distintos y tienen una audiencia muy distinta. Pero los dos se han convertido en una prolongación más de mi alma, y no puedo vivir sin ellos.

A través de ellos he sacado al escritor que estaba encerrado en mi interior, he publicado tres libros (y un cuarto en camino), he reflexionado sobre la vida (tanto la mía como la de las personas que quiero), he buceado en lo más profundo del alma humana, he conocido gente muy interesante y muy buena, y he conseguido amigos inseparables.

Lamentablemente, mi vida me depara cosas más importantes y personales, y debo sacrificar otras cosas que aunque me gusten no son prioritarias. De esta manera, he tenido que alejarme poco a poco de la mensajería instantánea (messenger), porque se solapaba con mi trabajo y con mi vida personal.

Poco a poco he ido organizando el complicado puzzle de mi vida, y estoy empezando tener la visión clara sobre ese hermoso cuadro que representa. Así, voy priorizando unas piezas que forman parte de ese cuadro, e ir desechando aquellas piezas que aunque no molesten, deben apartarse. Entre estas piezas, lamentablemente, estarán mis queridos blogs.

El próximo 10 de Enero comenzaré una nueva etapa profesional, que me exigirá muchos más sacrificios, pero que asumiré encantado por hallarme ante nuevos y excitantes retos. Durante este año y pico, en lugar de evolucionar en mi profesión, he ido involucionando. A pesar de haber encontrado unos compañeros entrañables, he de pensar por mí y por mi carrera, y no estar perdiendo el tiempo haciendo cosas que hace 20 años estaba haciendo. Por otro lado, parecía un "hombre orquesta". Es decir, que hacía de todo: desde beta tester o soporte técnico, a programar, análisis, diseño, gestionar proyectos, dar formación...

Mi nueva etapa estará enfocada exclusivamente a la gestión, y no a la parte técnica que había abandonado ya hace mucho tiempo. No entraré como director, mi más alta categoría realizada, pero aún estando un paso por detrás, en la compañía a la que voy tendré la oportunidad de afrontar todos los retos posibles, y quizá algún día vuelva a ser director, aunque no esté dentro de mis planes.

Quiero comunicaros que debo concentrarme, en cuerpo y alma, a mi futura etapa profesional y personal. Mis blogs irán, poco a poco, mermando en contenidos, aunque procuraré no abandonarlos e ir publicando, por lo menos una vez a la semana, algún contenido interesante.

Siento mucho no poder visitar vuestros blogs tan a menudo como lo hacía antes, ni dejaros comentario alguno, a pesar de que vuestros posts me siguen gustando y mucho. Pero siempre nos quedará el correo electrónico, cuya buena costumbre tengo siempre a bien contestar cuantos correos recibo.

No os voy a desear un feliz 2007, si no que el día de hoy, y cada día que pase, sea un día feliz en el que vuestros sueños se vayan realizando. Sed felices, aquí y ahora.


Rafael Hernampérez

El discípulo quejica

Corto y sabio cuento sufí, con una moraleja impecable.

A un discípulo que siempre estaba quejándose de los demás le dijo el Maestro:

-Si es paz lo que buscas, trata de cambiarte a ti mismo, no a los demás. Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra.

La frase del día

Ningún hombre honesto se hace rico en un momento. Refrán

sábado, diciembre 30, 2006

Monje rico monje pobre

Interesante cuento de autor desconocido con una situación bastante habitual.

En las montañas O Mei Shan existían muchos monasterios. Los monjes de los grandes monasterios eran muy ricos mientras que los de los monasterios más pequeños eran muy pobres.


Cierto día, un monje de un pequeño monasterio fue de visita a un gran monasterio con la intención de despedirse, pues partía en peregrinación a Putu, una isla del mar del Este. Para llegar allí es necesario escalar altos montes y atravesar numerosos ríos, a través de muchos kilometros. Este duro viaje duraba muchos meses, o incluso años.

Cuando el monje pobre puso al corriente de su intención al monje rico, éste quedó asombrado:

-¿Y que llevas para tu viaje?

-Un jarro y una escudilla proveerán todas mis necesidades. Recogeré el agua con mi jarro y cuando sienta hambre pediré alimentos de limosna con mi escudilla.

-Yo también deseo hacer esa peregrinación; hace varios años que estoy preparándome, pero nunca he podido ponerme en camino, pues siempre me falta algo. Me temo que te tomas las cosas muy a la ligera. ¡Este viaje no es tan fácil como tu crees!

Dos años más tarde, el monje pobre regresaba de su peregrinación, y fue a saludar al monje rico y le contó como había sido su peregrinación a Putu.

A pesar de su desconcierto, el monje rico confeso:

-En cuanto a mi, aún no he terminado mis preparativos para el viaje.

La frase del día

Hombre prevenido vale por dos. Refrán

jueves, diciembre 28, 2006

Dos sufíes y los peces

Sencillo cuento que nos pone en una situación muy cotidiana: el saber.

Dos sufis que caminaban juntos tuvieron que cruzar una pasarela situada sobre un río.

-¡Mira como saltan de alegría los peces! -dijo uno de los sufis.

-Tú no eres un pez -dijo el otro-, ¿cómo puedes saber lo que le da alegría a los peces?.

-Tú no eres yo, ¿cómo puedes saber que ignoro lo que le da alegría a los peces?

-Es cierto que yo no soy tú y que no sé lo que sabes y lo que ignoras. Pero sí sé que tú no eres un pez y por consiguiente, no sabes lo que da alegría a los peces.

-Vuelvo a tu primera pregunta. Me has preguntado ¿cómo puedes saber lo que da alegría a los peces? Al planteármelo así has admitido que conozco la respuesta.

-Y bien, ¿cómo lo has sabido?

-Muy sencillo, ¡cruzando la pasarela!

La frase del día

El miedo guarda la viña. Refrán

miércoles, diciembre 27, 2006

Los dos loros

Curioso cuento de autor desconocido en el que se encontrará algo de la propia vida real.

Un hombre, que pasaba por delante de una tienda, vio que vendían dos loros, encerrados en la misma jaula. Uno era muy bonito y cantaba maravillosamente, mientras que el otro estaba en un estado lastimoso y permanecía mudo. El primero valía cincuenta monedas y el segundo tres mil.

El hombre, asombrado por la diferencia de precio, le dijo al comerciante:

-¡Deme el loro de cincuenta monedas!

-Imposible, no puedo vender los dos pájaros por separado -dijo el vendedor.

-¿Pero, por qué? ¿Cómo explica usted una diferencia de precio semejante? Pues el más feo cuesta infinitamente más que el más bonito y, además, no canta.

-¡ No se equivoque usted, señor¡ El loro que encuentra usted feo es el compositor.

La frase del día

No es tan fiero el león como lo pintan. Refrán

martes, diciembre 26, 2006

El rey y el ermitaño

Sencillo cuento sufí.

Un viejo ermitaño fue invitado cierta vez a visitar la corte del rey más poderoso de aquella época.

-Envidio a un hombre santo como tú, que se contenta con tan poco -comentó el soberano.

-Yo envidio a Vuestra Majestad, que se contenta con menos que yo -respondió el ermitaño.

-¿Cómo puedes decirme esto, cuando todo el país me pertenece? -dijo el rey, ofendido.

- Justamente por eso. Yo tengo la música de las esferas celestes, tengo los ríos y las montañas del mundo entero, tengo la luna y el sol, porque tengo a Allah en mi alma. Vuestra Majestad, sin embargo, sólo posee este reino.

La frase del día

Obra empezada, medio acabada. Refrán

viernes, diciembre 22, 2006

Reflexión de Navidad


Se acercan esas fechas entrañables en las que volvemos a unirnos con nuestros seres más queridos, en las que quizá perdonemos a alguien o las que seamos perdonados, en las que nos sentemos junto a una mesa para comer bien y pasárnoslo mucho mejor. Unas fechas de acercamiento, de unión, de alegría y amor... Qué pena que todos los días no sean Navidad!!! ¿Y por qué no? ¿Por qué no perdonar y amar, compartir y disfrutar, comer y unirse, todos los días del año?. La felicidad está en amar, en compartir, en perdonar, en ser generosos, en unirse al prójimo. Eso se puede hacer todos los días. No hace falta que sea Navidad. Y se puede hacer en cualquier momento, en cualquier lugar, y no es necesario el dinero. Tan sólo es necesario las ganas y el gesto.

Si la felicidad es buena, ¿por qué reservarla para sólo unos pocos y en momentos especiales?. ¿Por qué no convertir cualquier momento, este mismo momento, en un momento especial?.

Tenemos muy mala memoria, y nos creemos inmortales, que las desgracias de los demás no pueden afectarnos. No recordamos que somos seres humanos, unos seres cuya vida viene y va en apenas un instante, y que cualquier instante puede ser ese instante. Y ese instante no avisa.

Recuerdo esa frase de Jason Becker: "Vivimos pensando que nunca morimos. Morimos pensando que nunca hemos vivido".

Cuando nos sentemos en la mesa en Nochebuena, en Navidad, en Nochevieja, en Año Nuevo y en Reyes, miraré esa mesa imaginando a aquellos seres que en su día se sentaron en ella y que ahora no están. Recordaré su sonrisa, su amor, su amistad, su cariño, su persona... Pero no lo haré con tristeza, si no con alegría. Porque ellos son el testimonio de que la vida es eso: un breve tiempo que tiene un inicio y un fin. Y sé que a ellos les gustaría que disfrutáramos e hiciéramos disfrutar a los que están hoy en esa mesa, que amemos y que seamos felices.

Por otro lado, miraré en esa mesa a gente nueva. A mi hija y a mis sobrinos, que van creciendo y que están aprendiendo a caminar en esta vida. Ellos se merecen la felicidad que nosotros le proporcionemos. Y por ellos, deberíamos ser dichosos y felices.

La vida es un camino en una sóla dirección. Durante parte del trayecto caminaremos con otros seres que nos harán felices. A veces nuestros caminos se separan para unirse más adelante. Otras veces nuestros caminos se separan para siempre. El secreto de la felicidad está en saber disfrutar de ese camino en todo momento, y hacer disfrutar a nuestros compañeros en ese apasionante viaje. Y cuando esos compañeros se despidan para siempre de nosotros, regocijarnos y ser felices porque compartieron lo mejor de ellos con nosotros durante esa parte del viaje. Y cuando nos toque a nosotros despedirnos de esos compañeros que están ahora, regocijarnos en la certeza de que los hemos amado y de que han sido felices con nosotros.

A todos vosotros, compañeros de mi viaje, os deseo feliz Navidad, un próspero año 2007, y un camino feliz.


Rafael Hernampérez

El inventario

Interesante reflexión de autor desconocido. La he guardado en un rincón importante de mi alma para consultarla de vez en cuando.

Aquel día lo vi distinto. Tenía la mirada enfocada en lo distante, casi ausente. Pienso ahora que tal vez presentía que ese era el ultimo día de su vida. Me aproximé y le dije: ¡Buen día, abuelo! Y él extendió su silencio.

Me senté junto a su sillón y permanecí callado. Después de un misterioso instante , exclamo: ¡Hoy es día de inventario, hijo!

-¿Inventario?- Pregunté sorprendido.

-Sí. El inventario de cosas perdidas.- Me contestó con cierta energía y no sé si con tristeza o alegría. Y prosiguió...

-En el lugar donde nací, las montañas quiebran al cielo como monstruosas presencias constantes. Siempre tuve deseos de escalar la más alta. Nunca lo hice, no tuve el tiempo ni la voluntad suficiente para sobreponerme a mi inercia existencial. Recuerdo también a María, aquella chica que amé en silencio por cuatro años, hasta que un día se marchó del pueblo y yo sin saberlo.

¿Sabes algo? También estuve a punto de estudiar ingeniería, pero mis padres no pudieron pagarme los estudios. Además, el trabajo en la carpintería de mi padre no me permitía viajar. ¡Tantas cosas no concluidas, tantos amores no declarados, tantas oportunidades perdidas, tantos deseos sin realizar!

Luego, su mirada se hundió en el vacío, se humedecieron sus ojos y continuó:

-En los treinta años que estuve casado con Rita, creo que solo cuatro o cinco veces le dije "te amo".

Tras un breve silencio, regresó de su viaje mental y mirándome a los ojos me dijo:

"Este es mi inventario de cosas perdidas, la revisión de mi vida. A mí ya no me sirve. A ti sí. Te lo dejo como regalo para que puedas hacer tu inventario a tiempo".

Después, con cierta alegría en el rostro, continuó con entusiasmo y casi divertido:

-¿Sabes qué he descubierto en estos días?

-¿Qué, abuelo?

Aguardó unos segundos y no contestó, sólo me interrogó:

-¿Cuál es el pecado más grande en la vida de un hombre?

La pregunta me sorprendió y solo atiné a decir, con inseguridad:

-No lo había pensado... ¿Supongo que matar a otros seres humanos?, ¿Odiar al prójimo y desearle mal?, ¿Tener malos pensamientos?

Su cara reflejaba negativa. Me miró intensamente, como remarcándome el momento, y en tono firme y grave me señaló:

-El pecado más grande en la vida de un ser humano es el de omisión.

Y lo mas doloroso es descubrir las cosas perdidas sin tener tiempo para encontrarlas y recuperarlas.

Al día siguiente regresé temprano a casa, luego del entierro del abuelo, para realizar urgentemente mi propio inventario de las cosas perdidas.
¿Para que esperar a hacer el inventario de cosas perdidas, y no mejor el inventario de cosas ganadas?

La frase del día

Más vale tarde que nunca. Refrán

jueves, diciembre 21, 2006

Jana

Hoy he tenido la suerte de ir por primera (y quizá por última) vez a una función de teatro de mi hija, con motivo de la Navidad. En una humilde aula se creó un escenario con papel y cartón, que los niños y las madres realizaron con ilusión y con amor. Crearon su propio vestuario, acorde a los personajes que interpretaban.

Podría contar la obra y todo cuanto sentí en esa obra que tan bien realizaron, y ese orgullo de padre al ver a su hija en ese escenario. Pero esta historia no va sobre mi hija, si no sobre una amiga suya: Jana.

La obra la realizaban dos clases de parvulario (3 y 4 años). Tras concluir su parte la clase de mi hija, todos los niños estaban entusiasmados por esa representación, y que sus padres los colmaran de besos y fotografías... excepto Jana.

Jana lloraba, y miraba constatemente hacia atrás, buscando a sus padres. Por mucho que intentaran sus compañeros, otras madres o incluso la maestra, Jana no podía perdonar que sus padres no hubieran venido.

Jana se había esforzado mucho en esa obra de teatro, y quería que sus padres hubieran ido, y se sintieran orgullosos de ella, al igual que el resto de sus compañeros. Pero sus padres le habían fallado.

¿Qué hubiera costado a tan sólo uno de ellos el poder asistir a esa obra?. ¿Qué clase de padres son que, tan sólo un día al año, un día muy especial, poder tomarlo libre o faltar tan sólo un rato por la mañana en el trabajo?. Si para algo tan fácil, tan sencillo y tan pequeño fallan, ¿qué no harán en algo más importante?.

Mientras escribo estas líneas no se me quita de la cabeza esa mirada vidriosa de Jana: una mirada llena de rencor y de odio. Y yo reflexiono: si fallamos a nuestros hijos desde el principio, no nos debería extrañar que ellos nos fallen en el futuro.

Rafael Hernampérez

Historia de Navidad

Es una historia de autor desconocido. Una historia algo triste. Una historia de la que aprender algo...

Entré de prisa en la tienda a comprar unos regalos de Navidad a última hora. Miré a mi alrededor toda la gente que allí había y me molesté un poco. “Estaré aquí una eternidad; con tantas cosas que tengo que hacer” pensé.

La Navidad se había convertido ya casi en una molestia. Estaba deseando dormirme por todo el tiempo que ella durara. Pero me apresuré lo más que pude por entre la gente y entré al Departamento de Juguetes. "Otra vez más", me encontré murmurando para mí misma, sobre los precios de aquellos juguetes. Me pregunté si mis nietos jugarían realmente con ellos. De pronto, me encontré en la sección de muñecas y en una esquina contemplé un niñito, como de 5 años, sosteniendo una preciosa muñeca.

Estaba tocándole el cabello y la sostenía muy tiernamente. No me pude aguantar; me quede mirándolo fijamente y preguntándome para quién sería la muñeca que sostenía, cuando de pronto se le acercó una mujer, a la que él llamó tía. El niño le preguntó: "¿Estás segura que no tengo dinero suficiente?" Y la mujer le contestó, con un tono impaciente: "Tú sabes que no tienes suficiente dinero para comprarla." Luego le dijo al niño que se quedara allí donde estaba, mientras ella buscaba otras cosas que le faltaban.

El niño continuó sosteniendo la muñeca. Después de un ratito, me le acerqué y le pregunté para quién era la muñeca. Él me contestó: "Esta muñeca es la que mi hermanita deseaba con tanto anhelo para Navidad. Ella estaba segura que Santa Claus se la Iba a traer."

Yo le dije que lo más seguro era que Santa Claus se la traería, pero me contestó: "No, Santa no puede ir donde está mi hermanita. Yo le tengo que dar la muñeca a mi mamá para que ella se la lleve a mi hermanita." Le pregunté dónde estaba su hermana y el niño, con una cara muy triste, me contestó: "Ella se ha ido con Jesús. Mi papá dice que mamá se va a ir con ella también."

Mi corazón casi deja de latir. Volví a mirar al niño una y otra vez. Él continuó: "Le dije a papá que le pidiera a Mama que no se fuera todavía. Le dije que le pidiera que esperara un poco hasta que yo regresara de la tienda."

Me preguntó si quería ver su foto, y le dije que me encantaría. Entonces sacó unas fotografías que tenía en su bolsillo y que se había sacado al frente de la tienda, y me dijo: "Le dije a papá que le llevara estas fotos a mi mamá para que ella nunca se olvide de mí. Quiero mucho a mi mamá y no quisiera que ella se fuera, pero papá dice que ella se tiene que ir con mi hermanita."

Me di cuenta que el niño había bajado la cabeza y se había quedado muy callado. Mientras él no miraba, metí la mano en mi cartera y saqué unos billetes. Le dije al niño que contáramos el dinero otra vez. El niño se entusiasmó mucho y comentó: "Yo sé que es suficiente." Y comenzó a contar el dinero nuevamente. El dinero ahora era suficiente para pagar la muñeca. El niño, entonces, en un tono de voz muy suave, dijo:"Gracias, Jesús, por darme suficiente dinero”.

Y a continuación me explicó: "Yo le acababa de pedir a Jesús que me diera suficiente dinero para comprar esta muñeca, para que así mi mamá se la pueda llevar a mi hermanita. Y Él oyó mi oración. Yo le quería pedir dinero suficiente para comprarle a mi mamá una rosa blanca también, pero no lo hice. Sin embargo... ¡Él me acaba de dar suficiente para comprar la muñeca y la rosa para mi mamá. A ella le gustan mucho las rosas; le gustan mucho las rosas blancas!".

A los pocos minutos regresó la tía y yo, desapercibidamente, me fui. Mientras terminaba mis compras, con un espíritu muy diferente al que tenia al comenzarlas, no podía dejar de pensar en el niño.

Recordé una noticia que había leído en el periódico unos días antes, acerca de un un conductor ebrio que había causado un accidente donde había perecido una niñita y su mamá quedó en estado de extrema gravedad. La familia estaba deliberando si mantener o no a la mujer con vida artificial y máquinas. Me di cuenta de inmediato que este niño pertenecía a esa familia.

Dos días más tarde leí en el periódico que la mujer del accidente había sido removida de la maquinaria que la mantenía viva y había muerto. No me podía quitar de la mente al niño. Más tarde, ese día, fui y compré un ramo de rosas blancas y las llevé a la funeraria donde estaba el cuerpo de la mujer. Y allí estaba la mujer del periódico, con una rosa blanca en su mano, una hermosa muñeca, y la foto del niño en la tienda.

Me fui llorando... mi vida había cambiado para siempre. El amor de aquel niño por su madre y su hermanita era enorme. En un segundo, un conductor ebrio le había destrozado la vida en pedazos a aquel niñito...

La frase del día

No hay que empezar la casa por el tejado. Refrán

martes, diciembre 19, 2006

Buscando la verdad

Un cuento sufí con un consejo muy práctico.


A un visitante que a sí mismo se definía como buscador de la verdad le dijo el Maestro:


- Si lo que buscas es la Verdad, hay algo que es preciso que tengas presente por encima de todo.

- Ya lo sé, una irresistible pasión por ella.

- No, una incesante disposición a reconocer que puedes estar equivocado

La frase del día

Del dicho al hecho hay mucho trecho. Refrán

lunes, diciembre 18, 2006

El árbol de los deseos

Precioso cuento indio, con una parábola muy importante.

Una vez un hombre estaba viajando y entró al paraíso por error. En el concepto indio del paraíso, hay árboles que conceden los deseos. Simplemente te sientas bajo uno de estos árboles, deseas cualquier cosa e inmediatamente se cumple; no hay espacio alguno entre el deseo y su cumplimiento.

El hombre estaba cansado, así que se durmió bajo un árbol dador de deseos. Cuando despertó, tenía hambre, entonces dijo:

- ¡Tengo tanta hambre!Ojalá pudiera tener algo de comida.

E inmediatamente apareció la comida de la nada, simplemente flotando en el aire, una comida deliciosa. Tenía tanta hambre que no prestó atención de dónde había venido la comida. Cuando tienes hambre, no estás para filosofías. Inmediatamente empezó a comer y la comida estaba ¡tan deliciosa! Una vez que su hambre estuvo saciada, miró a su alrededor. Ahora se sentía satisfecho. Otro pensamiento surgió en él:

- ¡Si tan sólo pudiera tomar algo!

Y por ahora no hay ninguna prohibición en el paraíso, de modo que de inmediato apareció un vino estupendo. Mientras bebía este vino tranquilamente y soplaba una suave y fresca brisa bajo la sombra del árbol, comenzó a preguntarse:

- ¿Qué está pasando?¿Estoy soñando o hay fantasmas que están jugándome una broma?

Y aparecieron fantasmas feroces, horribles, nauseabundos. Comenzó a temblar y pensó:

- ¡Seguro que me matan!...
Y lo mataron.

Esta es una antigua parábola, de inmensa significación. Tu mente es un árbol dador de deseos: pienses lo que pienses, tarde o temprano se verá cumplido. A veces, la brecha es tan grande que te olvidas por completo que lo deseaste, de modo que no puedes reconocer la fuente. Pero si observas profundamente, hallarás que todos tus pensamientos te están creando a ti y a tu vida.

Crean tu infierno, crean tu cielo. Crean tu desgracia y tu alegría, lo negativo y lo positivo...

Cada uno es aquí un mago. Cada uno está hilando y tejiendo un mundo mágico en torno de sí mismo... y luego es atrapado.

La araña misma es atrapada en su propia tela.

No hay nadie que te torture excepto tú mismo. Y cuando se comprende esto, las cosas comienzan a cambiar. Entonces puedes modificarlo, transformar tu infierno en cielo; sólo se trata de pintarlo con una visión diferente...

Toda la responsabilidad es tuya.
Y entonces surge una nueva posibilidad: puedes dejar de crear el mundo.

No hay necesidad de crear ni en el cielo ni en el infierno, no hay ninguna necesidad de crear nada. El creador puede descansar, jubilarse. Y la jubilación de la mente es la meditación.

La frase del día

El hábito no hace al monje. Refrán

domingo, diciembre 17, 2006

La zawiya y el ajedrez

Profundo cuento sufí que nos enseña el camino correcto de nuestras acciones.

El joven dijo al Sheyh de la zawiya (comunidad):

-Me gustaría mucho ser un sufi, pero no he aprendido nada importante en la vida. Lo único que me enseñó mi padre fue a jugar al ajedrez, que no sirve para la iluminación. Además, aprendí que cualquier juego es acto indeseable un error (Danb).

-Puede ser un acto indeseable un error (Danb), pero también puede ser una diversión, y quien sabe si esta zawiya no está necesitando un poco de ambos - fue la respuesta.

El Sheyh pidió el tablero de ajedrez, llamó a un discípulo sufí y le ordenó jugar con el muchacho. Pero antes de comenzar la partida dijo:

-Aun cuando necesitemos diversión, no podemos permitir que todo el mundo se pase jugando al ajedrez. Entonces, solamente conservaremos aquí al mejor de los dos jugadores; si nuestro discípulo pierde, saldrá del la comunidad y dejará la plaza para ti.

El Sheyh hablaba en serio. El joven comprendió que jugaría por su vida y le vino un sudor frío; el tablero se convirtió en el centro del mundo. El discípulo sufí comenzó a perder. El muchacho atacó, pero entonces vio la mirada de santidad del otro, y a partir de ese momento comenzó a jugar mal a propósito. Al fin y al cabo prefería perder porque el discípulo sufí podía ser útil al mundo.

De repente, el Sheyh tiró el tablero al suelo.

-Tú aprendiste mucho más de lo que te enseñaron –dijo-. Te has concentrado lo suficiente para vencer, fuiste capaz de luchar por lo que deseabas. Después, tuviste compasión y disposición para sacrificarte en nombre de una noble causa. Sé bienvenido al a la comunidad, porque sabes equilibrar la disciplina con la misericordia.

La frase del día

Del árbol caído todos hacen leña. Refrán

viernes, diciembre 15, 2006

Mi frase

Siempre hay opciones, aunque no te percates de ellas. Rafael Hernampérez

El palacio de agua

Precioso cuento sufí, que nos enseña que por agradecimiento debemos seguir siendo humildes cuando la fortuna se cruza en nuestro camino.


Había una vez un vendedor de flores que todos los días las recogía de una montaña cercana, cruzaba el río y las vendía en la ciudad. Cada atardecer, cuando volvía a casa, dejaba caer los pimpollos no vendidos en la corriente de agua.

Un día, el río había subido de tal manera que era imposible cruzarlo. Estaba el vendedor en la orilla sin saber qué hacer, cuando apareció una tortuga. La tortuga ofreció llevarlo y tan pronto como el hombre se subió en ella, nadó velozmente, sumergiéndose bajo el agua. En pocos momentos llegaron al Palacio del Dragón, el hogar del Dueño del Agua. La princesa del Palacio saludó cálidamente al vendedor y le agradeció las hermosas flores que recibía todos los días. Lo agasajó con suntuosos banquetes, delicada música y graciosas danzas de peces. Encantado, el vendedor permaneció allí largo tiempo.

Finalmente, el deleitado visitante decidió volver a casa. Cuando se despidió de la princesa, ésta llamó a su lado a un niño pequeño y harapiento.

-Por favor -le dijo al vendedor-, cuida a este niño y él hará que tus deseos se vuelvan realidad.

Cuando regresó a su choza el vendedor la encontró insoportablemente modesta. Recordando las palabras de la princesa, pidió al niño que la proveyera de un nuevo hogar. Batiendo las palmas tres veces, el pequeño transformó la choza en un maravilloso palacio, espléndidamente amueblado .

Pasó el tiempo y el vendedor de flores olvidó su humilde origen; exigió más y más lujos. En un ambiente tan rico, el hombre pensó que el harapiento niño estaba fuera de lugar. Le pidió entonces que cambiara sus ropas por una más hermosas, pero el niño, feliz, se negó y continuó usando sus andrajos. Finalmente, el vendedor, convencido de que tenía todo lo que posiblemente pudiera desear, sugirió al niño que regresara al Palacio del Dragón. Éste rehusó, pero conociendo el desagrado del vendedor, aunque de mala gana, estuvo de acuerdo y partió.

Suspirando con alivio, el hombre volvió a su palacio. Para su total asombro, éste había desaparecido por completo. Estaba nuevamente en su humilde choza, usando sus viejas ropas. Abatido, corrió fuera llamando al niño. Pero el niño también había desaparecido.
8:22 | Agregar un comentario | Víncu

La frase del día

Quien no oye consejo no llega a viejo. Refrán

jueves, diciembre 14, 2006

Los zapatos del comerciante

Curioso cuento sufí, que cuenta la desgracia de un comerciante al que le cambió la vida al cambiar de zapatos.

Érase una vez un comerciante que compró un par de zapatos. Los llevó hasta que estuvieron gastados del todo y entonces como eran cómodos hizo que los remendaran y los siguió llevando hasta que incluso los remiendos se convirtieron en tiras. Luego puso remiendos sobre los remiendos y aunque algunos aplaudieron su economía y ahorro, los zapatos eran pesados y desagradables a la vista y arrastraban gran cantidad de polvo por la calle.

Cuando la gente protestaba el comerciante siempre respondía:

-Si no hubiera polvo en las calles, los zapatos no lo levantarían, así que dirigíos a la municipalidad y protestad allí.

Los zapatos hacían mucho ruido cuando el comerciante avanzaba pesadamente por la calle, pero la mayoría de la gente se había acostumbrado y los que no, acabaron por acostumbrarse.

Así que, con suficiente gente dispuesta a aplaudir su cautela con su dinero y otra mucha gente dispuesta a acostumbrarse a su fastidiosa valía, lo que lo restantes pensasen carecía de importancia. Se entendió que los zapatos del comerciante deberían de ser como eran. Esto era tan aceptado por todos, empezando por el propio comerciante, que algo insólito debería de pasar para que la gente comenzase a pensar de modo diferente respecto del asunto.

Y con toda seguridad un día comenzó a ocurrir.

El comerciante había comprado una partida de cristalería de gran valor y a muy buen precio y esperaba revenderla y obtener un gran beneficio. Para celebrarlo, decidió acudir a los baños turcos y disfrutar de un espléndido remojón y un baño de vapor. Mientras estaba en el baño comenzó a cavilar si no debería de comprar un nuevo par de zapatos con los beneficios de la cristalería; pero se quitó la idea de la mente diciéndose a sí mismo que aún servirán por un tiempo.

Pero la idea permaneció en su mente y parece que de alguna forma afectó su pensamiento, a los zapatos e incluso a la cristalería y a otras mucha cosas. Lo primero que ocurrió fue que al abandonar la casa de baños, puso automáticamente sus pies en un par de babuchas de mucho valor y echó a andar con ellas. Había salido por la puerta equivocada y las babuchas que allí encontró, en la posición correspondiente a su propio calzado horroroso, pertenecían al juez principal de la ciudad.

Cuando el juez salió de los baños, echó en falta sus babuchas y sólo pudo encontrar los horribles zapatos del comerciante, los cuales se vio obligado a calzar hasta su casa. Por su puesto como todos los demás identificó los monstruosos zapatos.

Al momento el juez hizo comparecer al comerciante ante su juzgado y se le impuso una fuerte multa por robo.

Indignado el comerciante se dispuso a tirar sus zapatos por la ventana de su casa que daban a un río. Pensó que así se libraría de aquellos instrumentos de pérdida y escaparía a su influencia. Pero el poder de los zapatos todavía no se había extinguido.

Poco después un pescador extrajo los zapatos con sus redes. Tan fuertes eran los clavos con los que habían sido claveteados en el curso de tantos remiendos, que desgarraron las redes del pescador.

Furioso con el comerciante, pues como todos los demás reconocía la procedencia de los zapatos, el pescador se dirigió a la casa del propietario de los zapatos y los arrojó a través de la ventana. Cayeron sobre la valiosa cristalería del comerciante y la destrozó por completo.

Al ver esto el comerciante casi explotó de rabia. Se dirigió al jardín y cavó un agujero para enterrarlos.

Pero los vecinos poco acostumbrados a verle trabajar, informaron al gobernador de que el comerciante parecía estar buscando un tesoro que después de todo pertenecía por ley al Estado. El gobernador convencido de obtener sustanciosas ganancias en aquel asunto se endeudó comprando a crédito unas maravillosas piezas de porcelana que siempre había deseado. Llamó luego al comerciante y le pidió que entregase todo el oro enterrado.

El comerciante explicó que tan solo intentaba desembarazarse de sus malditos zapatos; el gobernador ordenó que se excavase completamente el jardín y luego impuso una fuerte multa al comerciante que cubría sus molestias, su porcelana y el coste de la excavación, además de una tasa por hacer que los funcionarios malgastasen su tiempo.

El comerciante llevó entonces sus zapatos lejos de la ciudad y los arrojó a un canal. Al poco tiempo, arrastrados por el agua hacia las acequias de riego, bloquearon un conducto y privaron de agua al jardín del Rey. Todas las flores murieron. El comerciante fue llamados tan pronto como los jardineros encontraron e identificaron los zapatos y de nuevo fue penalizado con una fuerte multa.

El comerciante desesperado, cortó las zapatillas por la mitad y enterró un trozo en cada uno de los cuatro vertederos que rodeaban la ciudad. Y así fue como cuatro perros, escarbando entre las basuras, cada uno encontró medio zapato, y cada de uno de ellos lo llevó de vuelta a la casa del comerciante, ladrando y gruñendo para que se le recompensase, hasta el punto que la gente no podía ni dormir, ni ir tranquila por la calle debido a la agresividad y pegajosa presencia de los perros. Cuando el comerciante consiguió acallarlos, se dirigió a la corte judicial. Honorable juez, dijo:

-Deseo renunciar formalmente a estos zapatos pero ellos no me abandonan. Por lo tanto, por favor redacte un papel, un documento legal, que atestigüe que cualquier cosa hecha por, con, o mediante estos zapatos, de aquí en adelante no tendrán relación conmigo.

El juez reflexionó acerca del asunto y finalmente se pronunció:

-No puedo encontrar en mis libros ningún precedente para la suposición de que los zapatos sean personas, en ningún sentido de la palabra, capaces de que se le permita hacer o prohibir algo, no puedo acceder a su petición.

De modo sorprendente, tan pronto como el comerciante se compró un nuevo par de zapatos, pues había permanecido descalzo, ninguna otra adversidad le volvió a ocurrir.

La frase del día

No es lo mismo predicar que dar trigo. Refrán

miércoles, diciembre 13, 2006

40 consejos

Colección de consejos de origen desconocido, pero que no está de más tenerla a mano.

1) Nunca prives a nadie de la esperanza; puede ser lo único que una persona posea.

2) No tomes decisiones cuando estés enojado.

3) Cuida tu postura física.

4) Nunca hables de negocios en un ascensor.

5) No pagues un trabajo hasta que esté concluido.

6) Cuídate de quien no tenga nada que perder.

7) Aprende a decir "NO" con cortesía y presteza.

8) No esperes que la vida sea justa.

9) No dudes en perder una batalla, si esto te lleva a ganar la guerra.

10) Se atrevido y valiente.

11) No aplaces las cosas. Haz lo que sea preciso en el momento preciso.

12) No temas decir "no sé".

13) No temas decir "lo siento".

14) Elogia a tres personas cada día.

15) Contempla el amanecer por lo menos una vez al año.

16) Mira a los ojos a las personas.

17) Di "gracias" con frecuencia.

18) Di "por favor" con frecuencia.

19) Gasta menos de lo que ganes.

20) Trata como quisieras que te trataran.

21) Haz nuevas amistades y cultiva las viejas.

22) Guarda los secretos.

23) Reconoce tus errores.

24) Sé valiente; si no lo eres, finge serlo, nadie advertirá la diferencia.

25) Utiliza las tarjetas de crédito sólo por comodidad, nunca por el crédito.

26) No engañes.

27) Aprende a escuchar. A veces las oportunidades tocan muy seguido a la puerta.

28) Elabora una lista de las cosas que desees experimentar antes de morir. Llévala en tu cartera y consúltala con frecuencia.

29) Haz oídos sordos a los malos comentarios.

30) Las ideas buenas, nobles y capaces de cambiar al mundo provienen siempre de una persona que trabaja sola.

31) Cuando entres en algún lado, el que sea, hazlo con determinación y confianza.

32) Cuando tengas un limón, siempre procura hacer con el una limonada.

33) Ten un perro, pero no permitas que moleste a los vecinos.

34) Recuerda los cumpleaños de los demás.

35) Canta en la ducha.

36) Utiliza el dinero honrado.

37) No fumes.

38) Nunca permitas que te vean borracho.

39) Presta sólo los libros que no te importe recuperar.

40) Elige con mucho cuidado al compañero (a) de tu vida, de esta única decisión se derivará el 90% de tu felicidad.


NUNCA OLVIDES:

Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas.

Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado.

Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni lo tanto que enseñas.

Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás.
Olvida los planes que fallaron, pero NUNCA olvides que debes tener siempre un sueño.

La frase del día

Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero. Refrán

martes, diciembre 12, 2006

Curiosidades de la vida

1. Por lo menos 5 personas en este mundo te aman tanto que darían la vida por ti.

2. Por lo menos 15 personas en este mundo te quieren de alguna manera.

3. La única razón por la que alguien te pudiera odiar es porque quiere ser como tú.

4. Una sonrisa tuya puede traer felicidad a cualquiera, aunque no les caigas bien, o no te conozcan.

5. Cada noche, alguien piensa en ti antes de dormir.

6. Para alguien significas el mundo.

7. Si no fuera por ti, alguien no estaría vivo.

8. Eres especial y único.

9. Alguien que no sabes ni siquiera que existe, te ama.

10. Cuando piensas que cometiste el error más grande del mundo, algo bueno viene de él.

11. Cuando pienses que no tienes oportunidad de conseguir lo que lo quieres, probablemente no lo tendrás, pero si crees en ti mismo, tarde o temprano lo tendrás.

12. Siempre recuerda los cumplidos que has recibido. Olvida los malos tratos.

13. Siempre di lo que sientes por él o ella, te sentirás mucho mejor después de que lo sepa.
14. Si tienes un gran amigo, toma tu tiempo para hacerle saber lo grande que es.

La frase del día

La ociosidad es madre de todos los vicios. Refrán

lunes, diciembre 11, 2006

Mi frase

Haz de tu sonrisa una pandemia. Rafael Hernampérez

Los problemas

He aquí una reflexión profunda y certera sobre los problemas y nuestra actitud frente a ellos. Combina varios pensamientos con un cuento que ya conocía. Desconozco el autor. No obstante merece la pena tenerlo siempre a mano.

- Un problema a los 5 años puede ser que mamá no te compre un juguete.
- Un problema a los 9 años puede ser que se te desinfle la pelota.
- Un problema a los 15 años puede ser suspender un examen.
- Un problema a los 20 años puede ser que el muchacho que te guste, no guste de ti.
- Un problema a los 30 años puede ser la gripe de tu bebé.
- Un problema a los 40 años puede ser quedarte sin trabajo.
- Un problema a los 60 años puede ser tener a los hijos lejos.
- Un problema a los 80 años puede ser una enfermedad.

En cada etapa de nuestra vida podemos vivir los problemas dramáticamente.
Sin embargo... ¿Qué tamaño tienen esos problemas, si los miras a la distancia?
Algunos casi desaparecen
¿Hacía falta preocuparse tanto?
¿Hacía falta quedarse sin dormir?
¿Hacía falta hacerlos tan importante?
¿Cómo hubiera sido un comportamiento mas efectivo?

La preocupación no vacía el mañana de problemas; vacía el hoy de su fuerza.
Observa con cuidado los grandes problemas, pues disfrazan las grandes oportunidades.

La palabra problema no solo tiene una connotación negativa, sino que hace referencia a algo que ocurre y está afuera de nosotros. Pareciera que no tenemos nada que ver con ellos. Simplemente suceden...
Sin embargo, otra mirada podría ser verlos desde nuestra posición de responsabilidad.

- ¿Qué hice yo para que se desinfle la pelota?
- ¿Qué hice yo para suspender el examen?
- ¿Qué puedo hacer yo para atraer al muchacho?, o
- ¿Para qué interpreto que eso es malo?

Cuando volvemos la mirada hacia el observador que somos, podemos ver que el "problema" deja de vivir afuera para pasar a existir en nuestra interpretación.

Ver lo que te sucede como un problema es sólo ver una parte de lo que te pasa.
La otra parte sería poder ver la posibilidad que se te revela, y el desafío de encontrar el aprendizaje en esta oportunidad.

Cambiando nuestra mirada se abren para nosotros posibilidades que antes no existían:

- Cambiar la interpretación por otra que nos sirva.
- Observar de qué manera podemos hacernos cargo de lo que ocurrió.
- Considerar qué vamos a hacer en el futuro con eso.

Algunas veces ocurren hechos que no pueden ser reinterpretados, los observamos como negativos... ¿Pero cuánto tiempo nos vamos a quedar en esa emocionalidad?, o
¿Qué vamos a hacer a partir de eso?
Es una elección que nos pertenece y nos da poder.

La felicidad no es la ausencia de problemas, sino la habilidad de salir adelante con ellos.

Podemos ver alguna relación entre la forma de interpretar los problemas y la manera de lograr objetivos :

- El perdedor se siente parte del problema, el ganador siente que es parte de la solución.
- El perdedor ve un problema en cada solución, el ganador ve una solución en cada problema.

La vieja formulación de los problemas suele dejar un solo curso de acción, que es el de resolverlo, mientras que la nueva postura se inclina más por reformularlos que por resolverlos. Si cambiamos la interpretación que lo constituye podemos estar frente a una oportunidad.
Sostenemos que muchos de los "problemas" que vivimos a diario se disuelven como tales o se convierten en oportunidad de aprendizaje si variamos el juicio y la interpretación que los sostiene.

Cierto día, en un Castillo de Guerreros Chinos se encontraron con la muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto.
El Gran Maestro convocó a todos los discípulos para determinar quien sería el nuevo centinela.
El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo:
- "Asumirá el puesto el primer guerrero que resuelva el problema que voy a presentar".
Entonces colocó una magnifica mesita en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos y encima de ésta, colocó un jarrón de porcelana muy raro, con una rosa amarilla de extraordinaria belleza en él y dijo así:
- "¡Aquí está el problema!"
Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: Un jarro de extremo valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro. ¿Qué representaría?, ¿Qué hacer?, ¿Cuál es el enigma?
En ese instante, uno de los discípulos sacó una espada, miró al Gran Maestro y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y destruyó todo de un solo golpe.
Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo:
- "Usted será el nuevo Guardián del Castillo"
Tras un minuto de rumores entre los perplejos discípulos, el Gran Maestro dijo:
- "Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema. No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser enfrentado.

No huyas de él... ¡Cambia la interpretación que lo convierte en un problema!

- ¿Cuántos de tus problemas pasan a tener menos importancia con esta postura?
- ¿Cuántos de tus problemas podrían desaparecer ?
- ¿A cuántos les puedes cambiar la interpretación, para ser más feliz?

El MIEDO siempre es el problema, el AMOR es siempre la solución.

La frase del día

A palabras necias oídos sordos. Refrán

domingo, diciembre 10, 2006

Besar el alma

Un hermoso poema de autor desconocido. Gracias, Rocío.

El alma no crece en los árboles,
sin embargo se nutre de nuestro entorno,
como el cuerpo de la comida.

El alma necesita ser alimentada con visiones hermosas,
palabras que llenen...
o por quien sabe besar el alma.

Besar el alma es saber tener paciencia,
comprensión, y nunca juzgar a nadie,
simplemente aceptar las personas como son...

Besar el alma es abrazarse cuando hay
soledad, cuando se está triste...
sin decir nada, solo sostenerse con ese abrazo de apoyo.

Besar el alma, es sentarse juntos cuando no hay
necesidad de hablar,
cuando solo hace falta el silencio,
al no hacer preguntas...

Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo fortaleciendo
esa esperanza de vida y de compañía.
Besar el alma, es decir un te quiero con la mirada...

Besar el alma... es fácil, solo basta que decidamos
bajar del pedestal del orgullo que muchas veces
nos rodea y nos consume.

Besar el alma... ¿cuántos de nosotros necesitamos
de ese beso en el alma que nunca llega? ¡!

La frase del día

A mal tiempo buena cara. Refrán

sábado, diciembre 09, 2006

El científico

Curioso cuento de autor desconocido, que delata uno de los defectos más comunes de la raza humana.

Érase una vez un científico que descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción.

Un día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de sí mismo.

El Ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía ante sí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz.

Pero no por mucho tiempo, porque como era un experto en la naturaleza humana se le ocurrió una ingeniosa estratagema. Regresó de nuevo y dijo:

-Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí mismo, sin embargo, he descubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto.

El científico pegó un salto y gritó:

-¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?

-Justamente aquí -respondió el ángel mientras tomaba al científico de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo.

Todo lo que hace falta para descubrir al 'ego' es una palabra de adulación o de crítica.

La frase del día

Quien canta sus males espanta. Refrán

viernes, diciembre 08, 2006

El samurai y el ratón

Precioso cuento que nos recuerda que las apariencias engañan.

Un samurai tenía problemas a causa de un ratón que había decidido compartir su habitación. Alguien le dijo:

-Necesitas un gato.

Buscó uno en el vecindario y lo encontró. Era un gato impresionante, hermoso y fuerte. Pero el ratón era más listo que el gato y se burlaba de su fuerza.

El samurai adoptó un segundo gato, muy astuto. Desconfiado, el ratón sólo aparecía cuando aquel se dormía. Entonces le trajeron al samurai el gato de un templo zen. Tenía aspecto distraído, era mediocre y parecía siempre soñoliento.

El samurai pensó:

-No será éste el que me librará del ratón.

Sin embargo, el gato, siempre soñoliento e indiferente, pronto dejó de inspirar precauciones al ratón, que pasaba junto a él sin apenas hacerle caso. Un día, súbitamente, de un zarpazo, lo atrapó.

La frase del día

A camino largo, paso corto. Refrán

jueves, diciembre 07, 2006

Mi frase

¿Cuándo?. ¿Por qué no ahora?. Rafael Hernampérez

Mi frase

La vida es una vela de un sólo uso, que en cualquier momento corre el riesgo de apagarse para siempre. Pero es posible dar sentido a esa llama finita, hacer que sea útil iluminando en la oscuridad, en la penumbra, en las sombras; y calentando allí donde el frío se manifiesta en la más oscura soledad. Rafael Hernampérez

Aprendí y decidí

Esta reflexión de Ripani que me encanta por su positivismo y su motivación.

Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidí triunfar;
decidí no esperar a las oportunidades, sino yo mismo buscarlas;
decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución;
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis;
decidí ver cada noche como un misterio a resolver;
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades,
y que en éstas está la única y mejor forma de superarnos;
aquel día dejé de temer a perder.
Y costaba romper la costumbre, pero se pudo.

Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui;
me dejó de importar quién ganara o perdiera:
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento:
el amor es una filosofía de vida.

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados
y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente;
aprendí que de nada sirve ser luz
si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad;
desde aquel día ya no duermo para descansar:
ahora simplemente duermo para soñar.

La frase del día

Nunca es tarde si la dicha es buena. Refrán

miércoles, diciembre 06, 2006

El pichón de águila

Precioso cuento sufí, que nos enseña que cultivaremos los viejos hábitos en el mismo lugar, y que si queremos cambiar de vida debemos cambiar de entorno.

Había una vez un campesino que fue al bosque vecino a atrapar un pájaro para tenerlo cautivo en su casa. Consiguió cazar un pichón de águila. Lo colocó en el gallinero, junto con las gallinas. Comía mijo y la ración propia de las gallinas, aunque el águila fuera el rey o la reina de todos los pájaros.

Después de cinco años, este hombre recibió en su casa la visita de un naturalista. Mientras paseaban por el jardín, dijo el naturalista:

-Este pájaro que está allí no es una gallina. Es un águila.

-De hecho -dijo el campesino- es águila, pero yo lo crié como gallina. Ya no es un águila. Se transformó en gallina como las otras, a pesar de tener las alas de casi tres metros de extensión.

-No –dijo el naturalista - ella es y será siempre un águila pues tiene un corazón de águila. Este corazón la hará un día volar a las alturas.

-No, no –insistió el campesino-. Ella se convirtió en gallina y jamás volará como águila.

Entonces, decidieron hacer una prueba. El naturalista tomó el águila, la levantó bien en alto y, desafiándola, le dijo:

-Ya que usted es de hecho un águila, ya que usted pertenece al cielo y no a la tierra, entonces, ¡abra sus alas y vuele!

El águila se posó sobre el brazo extendido del naturalista. Miraba distraídamente alrededor, vio a las gallinas allá abajo, picoteando granos y saltó junto a ellas.

El campesino comentó:

-Yo le dije, ¡ella se convirtió en una simple gallina!

-No –insistió el naturalista-. Ella es un águila. Y un águila será siempre un águila, experimentaremos nuevamente mañana.

Al día siguiente, el naturalista subió con el águila al techo de la casa. Le susurró:

-Águila, ya que usted es un águila, ¡abra sus alas y vuele!

Pero, cuando el águila vio allá abajo a las gallinas, picoteando el suelo, saltó y fue junto a ellas. El campesino sonrió y volvió a la carga:

-Yo le había dicho, ¡ella se convirtió en gallina!

-No –respondió firmemente el naturalista. Ella es águila, poseerá siempre un corazón de águila. Vamos a experimentar todavía una última vez, mañana la haré volar.



Al día siguiente, el naturalista y el campesino se levantaron bien temprano. Tomaron el águila y la llevaron fuera de la ciudad, lejos de las casas de los hombres, en lo alto de una montaña. El sol naciente doraba los picos de las montañas. El naturalista levantó el águila al cielo y le ordenó:

-Águila, ya que usted es un águila, ya que usted pertenece al cielo y no a la tierra, ¡abra sus alas y vuele!

El águila miró alrededor. Temblaba como si experimentase una nueva vida. Pero no voló. Entonces, el naturalista la tomó firmemente, en dirección del sol, para que sus ojos pudiesen llenarse de la claridad solar y de la vastedad del horizonte. En ese momento, ella abrió sus potentes alas, graznó con el típico kau, kau de las águilas y se levantó, soberana, sobre sí misma.

Y comenzó a volar, a volar hacia lo alto, a volar cada vez más alto. Voló... Voló hasta confundirse con el azul del firmamento

La frase del día

Sabe más el loco en su casa que el cuerdo en la ajena. Refrán

martes, diciembre 05, 2006

Mi frase

No hay que llorar por aquello que se ha perdido, si no alegrarse por que ha ocurrido. Vive este momento, disfrútalo, exprímelo, obtén su esencia, hazlo mágico, irrepetible, único, y olvídate del resto. Al fin y al cabo, la vida es lo que te está pasando ahora mismo. Rafael Hernampérez

Mi frase

Hay quien ve un coloso en la sombra de un insecto, y quien ve un microbio en la lejanía de un gigante. Rafael Hernampérez

Hubo un momento

Interesante reflexión de autor desconocido.


Hubo un momento en el que creías que la tristeza sería eterna; pero volviste a sorprenderte a ti mismo riendo sin parar.

Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor; y luego apareció esa persona y no pudiste dejar de amarla cada día más.

Hubo un momento en el que la amistad parecía no existir; y conociste a ese amigo que te hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.

Hubo un momento en el que estabas seguro que la comunicación con alguien se había perdido; y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de tu casa.

Hubo un momento en el que una pelea prometía ser eterna ; y sin dejarte ni siquiera entristecerte terminó en un abrazo.

Hubo un momento en que un examen parecía imposible de pasar ; y hoy es un examen más que aprobaste en tu carrera.

Hubo un momento en el que dudaste de encontrar un buen trabajo; y hoy puedes darte el lujo de ahorrar para el futuro.

Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer algo: y hoy te sorprendes a ti mismo haciéndolo.

Hubo un momento en el que creíste que nadie podía comprenderte; y te quedaste paralizado mientras alguien parecía leer tu corazón.

Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que un instante también puede cambiar tu vida y aún habrá momentos en que lo imposible se tornará un sueño hecho realidad.


"Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad".
"Todo lo que sucede, sucede por una razón"

La frase del día

Ni bebas agua que no veas, ni firmes cartas que no leas. Refrán

lunes, diciembre 04, 2006

La frase del día

Soñaba el ciego que veía, y soñaba lo que quería. Refrán

El enojo

Interesante reflexión de autor desconocido que me ha llegado por correo. Gracias, Rocío.

- Maestro, ¿qué he de hacer para no estar molesto?

Tras una pausa, el alumno prosiguió:

- Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro por aquellas que calumnian.

El Maestro le miró y le dijo:

- Vive como las flores.

- ¿Vivir como las flores? - preguntó el pupilo, sorprendido.

- Pon atención a esos lirios - dijo el Maestro, señalando un grupo de hermosas flores en su jardín - Ellas nacen en el estiércol. Sin embargo, son puras y perfumadas. Extraen del maloliente abono sólo aquello que es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son suyos, no hay motivo para molestarse. Ejercita, pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde fuera.

viernes, diciembre 01, 2006

Mi frase

¿Estoy loco? Sí, pero si soy feliz ¿qué me importa lo demás?. Si esa felicidad es pasajera, de unos sólos momentos, ¿qué más da?. Aprovecharé esa felicidad, y beberé de sus cristalinas y frescas aguas, saciando mi sed de espíritu. Es más útil esa agua en mitad del desierto, que la de un manantial en el paraíso, porque la primera es más preciada y deseada, y la otra no es importante y se desperdicia.

La frase del día

Mientras hay vida, hay esperanza. Refrán