Recuerdos

Ningún ser puede beber el agua de ayer.
Ningún ser puede comer el alimento de ayer.
Ningún ser puede sentir el sentimiento de ayer.
Ningún ser puede vivir el día de ayer.

El viejo árbol no puede recuperar la hoja que desprendió esta mañana.
La gota de agua no puede pasar nuevamente por el mismo lugar
por donde el río le ha llevado hace un instante.

¿Puedo yo acaso recuperar el pasado?
¿Puedo yo vivir nuevamente el segundo anterior?
¿Puedo yo retroceder en el tiempo y cambiarlo?

Me he envenenado de recuerdos
que me han traído más soledad,
que han cubierto mi corazón de penas,
que han contagiado mi alma de preocupaciones,
que han llenado mi mente de fantasías,
que me están robando el presente,
que me están quitando una parte de mi vida.

Los recuerdos son los fantasmas del pasado;
pululan y merodean en mi vida,
pero no se les puede atrapar.

Son espejismos que muestran los errores.
Son espejismos que enseñan una verdad.
Son espejismos que hay que olvidar.

Si el pasado es imposible que regrese,
¿por qué pierdo entonces el tiempo recordando?
No volveré a tropezar por volver la vista atrás.