¡Maldito el gran remolino de la preocupación!.
Atrapa desde lejos al hombre,
le asusta y le aturde,
le arrastra hacia su interior,
lo hunde y lo expulsa demasiado tarde.
Innumerables veces me he creado remolinos de preocupaciones.
Innumerables veces me he dejado atrapar desde lejos.
Innumerables veces me he asustado y me he aturdido.
Innumerables veces me he dejado arrastrar hacia su interior.
Innumerables veces me he hundido.
¡Sólo yo he creado remolinos de preocupaciones
en el hermoso río de mi felicidad!.
¡Sólo yo soy el culpable de mi hundimiento!.
¡Sólo yo soy ese perro que se muerde la cola,
que, conociendo el daño y la pérdida de tiempo
se sumerge en el círculo vicioso!.
Me formaré un nuevo hábito:
jamás me dejaré atrapar por mis remolinos.
¿Y cómo haré para salvarme?
Convirtiéndolo en espuma,
pues sólo yo soy quien crea o destruye
el tamaño y la fuerza de mis preocupaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario